miércoles, 27 de septiembre de 2017

Vitolfilia

La vitolfiliaes la afición de coleccionar vitolas o anillas de puro y el conocimiento que se tiene sobre ellas. La belleza de estas piezas litográficas, hizo surgir esta afición entre los coleccionistas. Con el tiempo, tanto los dibujos de las tapas de las cajas de puros (llamadas "habilitaciones") como las anillas en sí mismas, se convirtieron en verdaderas obras de arte. 
Como consecuencia del gran auge que adquirió el tabaco, principalmente en Cuba, surgió el fraude, las imitaciones y la competencia desleal. Para luchar contra ello, los tabaqueros que se consideraron perjudicados, decidieron amparar sus productos con unas marcas o piezas de identificación. Esta serviría de garantía a los consumidores.  Primero fue el hierro, marca que se imprimía a fuego sobre los grandes cajones de madera donde se metían los miles de cigarros que se destinaban a la exportación.  
Luego vino el papel de envoltura, con el que se rodeaba un determinado número de cigarros antes de introducirlos en los cajones. En el que solían aparecer impresas las iniciales o leyendas del hierro. Más tarde, cuando se redujo el tamaño de los cajones hasta contener solamente cien, cincuenta o veinticinco cigarros, surgió la etiqueta de papel litografiada, en una sola tinta. Esta etiqueta, solía llevar impresas la marca, el fabricante, el domicilio de la fábrica, las vegas de las que procedía el tabaco y algunos datos más. Después nació el juego de habilitaciones, con el que se vistieron aquellas pequeñas cajas. Las habilitaciones recibieron nombres diferentes según la misión que iban a cumplir: vista (exterior e interior), bofetón o bocetón, papeleta, filete, tapaclavos, etc.  
Finalmente, con posterioridad al año 1870, aparecieron las vitolas o anillas. Que es lo que se colecciona actualmente.  
De la palabra vitola, se derivó el vocablo vitolfilia, que, aunque no se encuentra recogido aún en el Diccionario de la Real Academia Española, sí lo conocen los Diccionarios de uso del español, como en el de María Moliner o el Diccionario Actual de la Lengua, de la colección de diccionarios VOX, y ha sido vertido a otros idiomas con denominaciones del mismo origen (Vitolphilie, en francés, por ejemplo). El significado de la palabra vitolfilia, viene siendo la unión de la palabra vitola con filia que significa amor. O sea, amor a las vitolas.  Los diseñadores de estas vitolas, al seleccionar los títulos de las marcas que se creaban para cigarros puros, cigarrillos y paquetes de picadura, escogían muy cuidadosamente la denominación. Preferían los nombres de aquellas personalidades o hechos notables que más pudieran halagar a los fumadores de los países a los que se destinaba la exportación. Los plasmaban litográficamente en las vitolas y habilitaciones, surgiendo así una variada temática de motivos, que de alguna forma satisfacía el orgullo nacional de los clientes.  
La variada policromía, y su belleza, no solo en las vitolas sino en todo tipo de habilitaciones, muy pronto despertó el interés de los coleccionistas, fumadores o no. Se empezaron a guardar y clasificar estas bellas piezas.  
Cuando se coleccionan vitolas, su principal fin es el de contemplar de esa manera, innumerables nombres de personalidades artísticas, literarias, políticas y militares; paisajes y lugares de diversos países; títulos de óperas, zarzuelas, obras de teatro y películas; así como diversos aspectos de la vida social y cultural de las diferentes naciones, principalmente de la cubana  
En cuanto a la marca no cabe duda, que constituye para la vitola o habilitación que la lleva impresa, una especie de acta notarial que da fe, que dicha pieza estuvo alrededor de un cigarro puro o embelleciendo a la caja donde éste se guardaba para su transporte. Además, sobre todo en el caso de las habilitaciones, junto a la marca, suelen aparecer datos de enorme interés para que el coleccionista, puede ser la historia de la fábrica que produjo los cigarros, los domicilios donde esta se ubicó, los diversos propietarios por los que la fábrica pasó; es decir datos que suministran al coleccionista una enorme información vitolfílica.  Sin embargo, no podemos despreciar aquellas piezas que carecen de marca, pues es bien cierto que muchas de ellas han fajado en algún momento un puro o se han encontrado en el interior de una caja de cigarros. En algunos países europeos han existido fábricas y existen hoy día,  
que utilizan vitolas sin marca impresa, piezas de gran calidad litográfica que tenemos en nuestros álbumes como verdaderas joyas, que fueron adquiridas a módicos precios al ser consideradas como restos en las litografías. Todo este material, así como el extraído por troquelado de los muestrarios litográficos que utilizaban los viajantes para conseguir sus pedidos, forman hoy parte de la vitolfilia, siempre, claro está, que haya sido confeccionado en su momento para ser usado en el mercadeo de los cigarros puros. Hay casos en los que una vitola carente de marca ha sido considerada por los expertos como una pieza de lujo.  Esto es a grandes rasgos la historia de la vitolfilia, donde se conjugan varios factores de relevante importancia, la historia, el arte y la cultura.     




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