domingo, 13 de enero de 2019

Coleccionismo de objetos deportivos.

Coleccionismo de objetos deportivos
En algún momento de nuestras vida, todos hemos coleccionado cromos de béisbol o fotos de jugadores de fútbol. Es un ‘asunto serio‘ cuando eres un niño, y estas deseoso de completar tu colección. Cuando creces, también coleccionas, pero no solo lo vas a hacer por valor sentimental, sino también económico. Porque los artículos relacionados con nuestros ídolos deportivos,  pueden ser también una buena inversión.
Cuando el coleccionismo de cuando éramos niños, deja de ser un juego y pasa a ser una afición, debemos tener en cuenta varios aspectos.  Para tener una buena colección de objetos deportivos hay que:
• Elegir un tema. En vez de comprar al azar artículos de distintos tipos de deportistas, intenta escoger un tema para crear una buena colección. Esto te ayudará a decidir en qué objetos debes gastar tu dinero, y hará que tu colección sea más valiosa. Puedes optar por coleccionar objetos en honor a un deportista en concreto, o de un equipo. Los objetos de época de rugby, fútbol  y béisbol pueden ser también estupendos artículos de coleccionista.
• Vete a por los clásicos. Cuando inviertas en estos artículos deportivos, los clásicos nunca pasan de moda. Una camiseta o un balón, firmado por un deportista famoso, siempre será valiosa y probablemente adquirirá aún más valor con el paso del tiempo. Las firmas más valiosas que se venden en este momento son las de: Magic Johnson, Michael Jordan, Usain Bolt, Roger Federer y, por supuesto, de Muhammad Ali. En fútbol son las de Messi, Neymar, Ronaldo y del legendario futbolista Johan Cruyff. Y en los deportes de motor son las de, Valentino Rossi, Michael Schumacher y Ayrton Senna las que brillan con más fuerza.
• Investiga. Quizás te compense de verdad el considerar con calma de qué deportista o equipo deportivo vas a coleccionar. Comprueba qué deportistas masculinos o femeninos de los que se rumorea que vayan a abandonar pronto su actividad han dejado un gran legado. Este podría ser un buen momento para empezar a coleccionar autógrafos y otros objetos, ya que su legado no cambiará, pero la demanda aumentará sin duda una vez que el deportista deje de jugar. En otras ocasiones también pueden influir en el valor de las piezas, cuando el deportista  gana un campeonato o cuando ocurre la muerte de una figura del deporte.
• Artículos escasos. Otra manera de invertir de forma inteligente es buscando artículos de inusuales o difíciles de encontrar.
• Encontrar artículos genuinos. Los autógrafos falsos son un verdadero problema en el mundo del coleccionismo de objetos de deportes. Un certificado de autenticidad (COA en sus siglas en inglés) puede asegurar que un autógrafo es genuino, pero no siempre se puede garantizar. Por esta razón, los certificados expedidos por las organizaciones más respetadas del mundo, como PSA/DNA, Upper Deck, Becket, y JSA, están considerados como los más fiables por los coleccionistas.
Así pues coleccionar objetos de deportista, puede ser una gran inversión, si sabes en qué artículos invertir. Pero sobre todo, es una sensación increíble, la de poseer una pelota de béisbol firmada, o una camiseta de tu equipo favorito.
Las medallas,  trofeos, diplomas, de deportistas, son objetos que forman parte de la historia del deporte.  Recuerdos que sirven para entender las hazañas de los hombres que las realizaron. Pero existe otro tipo de piezas que son elaborados, solamente para ser coleccionada, como son los cromos camisetas, balones, etc.
Los primeros productos u objetos destinados únicamente para ser coleccionada, se elaboraron en el último cuarto del siglo XIX. En 1880, las compañías de tabaco iniciaron acciones promocionales que consistían en regalar con los cigarrillos, pequeñas tarjetas con el retrato coloreado de jugadores de béisbol. Esta estrategia de marketing para aumentar ventas, fue rápidamente llevada a otros sectores, como fue el caso de las pastillas de jabón o los paquetes de chicle. Ya en 1930, se numeraron las tarjetas y se apostó por hacer una colección por temporada. Lo que en principio era una acción publicitaria se convirtió en toda una industria de producción de tarjetas coleccionables. Después de la Segunda Guerra Mundial, se produjo un nuevo giro: los aficionados comenzaron a esperar a los jugadores tras los entrenamientos y los partidos, para conseguir su autógrafo sobre las tarjetas. Es el despegue del coleccionismo deportivo.
En un siglo, las costumbres han cambiado y el béisbol y las tarjetas clásicas han dado paso a nuevas tendencias. SportsMemorabilia.com indica que los productos más habituales entre los coleccionistas de recuerdos deportivos son los jerseys o camisetas (24% del mercado); las fotos, tarjetas o cromos (23%); los cascos de fútbol americano (8%); las bolas de béisbol (8%); y los balones de fútbol americano (5%). De esta distribución se deduce que el fútbol americano, la NFL concretamente, es la competición que más juego da a los aficionados del coleccionismo, con el 34% de los artículos del mercado. Le siguen el béisbol (MLB), con el 26%, y el baloncesto (NBA), con el 10%.
Los coleccionistas distinguen entre dos tipos de artículos deportivos. Por un lado, están los artículos de recuerdos, que son camisetas, fotos, cromos…, que han sido firmados por un deportista y tienen el certificado de autenticidad expedido por un distribuidor o coleccionista de renombre. Por otro, las réplicas y los productos deportivos que no cuentan con el autógrafo del atleta. En este último caso, se trata de ‘collectibles’ (objetos de colección).
Es toda una industria, dentro de la industria del deporte. Incluso cuenta con una estructura muy asentada en la que un objeto de coleccionista, tiene que pasar por una casa de certificación (Proffesional Sports Authenticator, James Spence Authentication…). Los certificados de autenticidad son muy importantes,  teniendo en cuenta que cada vez son más crecientes el número de falsificaciones.
¿Qué hace que un pieza cotice más que otras?
En este aspecto hay que tener en cuenta varios aspectos, entre ellos la antigüedad, la exclusividad o la dificultad para encontrar una pieza. Estas características son más importantes incluso, que el propio valor del material del que están hecha. Lo demás es puro sentimiento: la pasión por los iconos del deporte pone el precio de salida.


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